Hay jóvenes que en el bullpen son muy buenos, pero cuando llegan al partido cambian. Muchos entrenadores se desesperan, pero hay que tener paciencia. La perfección de los lanzamiento se logran realizando los bullpen con mucha seriedad, muchos jóvenes sólo lo hacen para salir de paso y no se preocupan por la ubicación, rotación y la concentración que deben tener como si enfrentarán al mejor bateador del mundo. Es ahí donde radica el comando.
Muchos lanzadores que pueden tener los mejores lanzamientos, pero si no saben combinarlos, ni ubicarlos, son simples tiradores. La mayoría de los Lanzadores se preocupan por llegar a lanzar a 100 millas o más y olvidan la importancia de tener un buen comando y dominar la zona de los strike.
Por muchos años el panameño Mariano Rivera lanzó en las Grandes Ligas teniendo mucho éxito con su gran recta cortada o «cutter». Al ifual igual que él, muchos lanzadores lo utilizan, pero no con la efectividad que el lo hacía, que era lanzarlo justo donde el quería.
En sus inicios Mariano tuvo una recta entre 95 a 97 millas y con el pasar del tiempo se mantuvo en las 93 mph en promedio. Sin embargo, con el pasar del tiempo y aún con menor velocidad, Mariano era aún más consistente que en sus primeros años. Con esta característica se convirtió en el mejor de la historia salvando juegos en el mejor béisbol del mundo.
En el bullpen estás más tranquilo, puedes darte el lujo de cometer errores, no hay nadie para presionarte y no enfrentas al bateador. En un partido el árbitro decidirá lo que estás lanzando, el público te hará sentir más tenso y tus compañeros confían en ti, eres el máximo responsable de lo que suceda. Crear tu imagen lleva tiempo, pero se logra con trabajo diario.
Los lanzadores se pondrán pequeñas metas para vencerlas a corto y mediano plazos. Para avanzar a algo superior se debe estar convencido que han logrado vencer los retos anteriores. Disciplina mental, confianza, actitud, responsabilidad, preparación y mucha dedicación lo llevarán al éxito.
Un lanzador tiene que ser ambicioso y siempre querer más, tratando de mejorar continuamente y nunca sentirse demasiado relajado en un encuentro. El lanzador debe estar atento a todo y evitar los excesos de confianza. Solo se permitirá un respiro cuando esté en el banco, pero rápidamente se pondrá a estudiar con su entrenador la próxima entrada. Es por eso que es muy importante realizar, con la misma intensidad y determinación, las prácticas de bullpen y los planes de trabajo cuando éstas en tus entrenamientos.